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El proyecto Ver para Crecer, que la Fundación Cione Ruta de la Luz mantiene desde el año 2015, ha llevado a cabo en Getafe, Madrid, su tercera acción sobre el terreno para acercar la salud visual a personas en situación de vulnerabilidad. La acción se llevó a cabo en colaboración con la Fundación “la Caixa”, desde el programa CaixaProinfancia.

Este programa trabaja en red con otras muchas entidades en sus diferentes ámbitos locales de acción. Concretamente, colaboraron con las revisiones visuales las asociaciones y entidades Save The Children, Pinardi, YMCA y Yuna.

El programa CaixaProinfancia, en el sur de Madrid, acerca servicios sociales a familias en situación de vulnerabilidad tales como refuerzo educativo, actividades de ocio y tiempo libre para los más pequeños de las familias, atención terapéutica o servicios de logopedia, entre otros muchos, en los municipios de Fuenlabrada, Leganés, Parla y Getafe.

Laura Llapart, delegada territorial de Fundación «la Caixa» en Comunidad de Madrid, explica que “en nuestro programa de refuerzo educativo detectamos, con cierta frecuencia, casos de niños y niñas que presentan problemas de salud visual o que necesitan algún tipo de apoyo en este sentido”. Gracias al vínculo estrecho del programa con el proyecto Ver para Crecer, de forma periódica se programan acciones de revisión visual para corregir las dificultades que tienen estos niños para seguir sus clases con normalidad, eliminando así el riesgo de fracaso escolar por este motivo.

“Y también lo extendemos a otros miembros de la familia, como padres o abuelos”, añade Llapart. La falta de visión dificulta, en este caso, las tareas domésticas o su inserción laboral. “En días como hoy, se pone de manifiesto la importancia de trabajar en red. Donde no llega una entidad, sí lo hace la otra. La unión hace la fuerza”, afirmaba Llapart, para terminar, dando las gracias a “La Fundación Cione Ruta de la Luz”, y especialmente “a todas las personas que han cedido su día de trabajo para ayudarnos”.

Fueron los trabajadores sociales de todas estas entidades quienes propusieron los candidatos/as a las revisiones visuales de los ópticos a la Fundación Cione Ruta de la Luz. Además, YMCA cedió sus instalaciones, en la Avenida de las Ciudades, 27 de Getafe, para que se pudieran llevar a cabo. En total, los seis ópticos voluntarios atendieron a 130 personas, en jornada de mañana y tarde. Más de un centenar, eran menores de edad.

Maria Jesús de la Concha (Óptica Magallanes) subrayaba la necesidad de ayudar en la cercanía.  “Nos cruzamos cada día, en nuestra calle, con personas que tienen dificultades económicas para acceder a algo tan importante en la vida diaria como unas gafas. Poderles aportar una mejor visión, y algo básico como unas gafas, es maravilloso”, afirma.

María Jesús revisó a personas con 8 y hasta 9 dioptrías de miopía sin corrección visual, o con ella desactualizada. “Con esa graduación, nadie puede ver más allá de cuatro centímetros de su cara. De esta manera, es imposible reinsertarse en la vida laboral, o en el caso de los niños, tener las mismas oportunidades que sus compañeros. Por eso, estas acciones son tan importantes”, añade.

Cristina López-Mora, gerente de la Ruta de la Luz, se encargó, una vez más, de coordinar la acción, un trabajo que exige semanas de preparación previa y posterior

Una de las beneficiarias fue S.G., que acude regularmente a clases de informática, de la mano de Save The Children, con el fin de aprender a manejarse en internet para llevar a cabo trámites online, pero también para mejorar sus capacidades y salir así de su actual situación de desempleo. Llevaba unas gafas con una corrección antigua. “No veía la pantalla. Forzar la vista me provocaba migrañas”, explicaba. Además de solucionar su problema visual, eligió una montura coqueta, en color beige, que favorecía su rostro jovial.

Cristina López-Mora, gerente de la Ruta de la Luz, se encargó, una vez más, de coordinar la acción, un trabajo que exige semanas de preparación previa y posterior. “Todos los años programamos eventos con CaixaProinfancia, de manera coordinada con sus trabajadores sociales, para atender los casos que, en su labor diaria, han ido encontrando”, afirma.

La responsable del proyecto daba, una vez más, las gracias a los seis ópticos que cedieron su tiempo en esta acción. “Sin su generosidad, Ver para Crecer no sería posible, no podríamos darles una nueva oportunidad en la vida, a través de la salud visual, a tantas y tantas personas”, concluye.

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