Ojo seco y problemas de piel

La Dra. Alejandra Amesty, de Vissum Grupo Miranza Alicante aplicando tratamiento con IPL
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El ojo seco está estrechamente vinculado a enfermedades dermatológicas como la rosácea, la dermatitis atópica, la psoriasis y la blefaritis. Estas afecciones de la piel, especialmente cuando afecta al área facial, pueden alterar el funcionamiento de las glándulas de meibomio, responsables de secretar la capa lipídica de la lágrima, lo que genera una mayor evaporación de la lágrima y sequedad ocular. De modo que, el ojo seco puede ser resultado de un desequilibrio en la secreción de estas glándulas.

La Dra. María Gessa, oftalmóloga de Miranza Virgen de Luján (Sevilla), explica que “el cuerpo humano muestra señales de sus propias enfermedades en todo su organismo. Por ejemplo, la diabetes disminuye la sensibilidad corneal, las enfermedades autoinmunes pueden tener más riesgo de inflamación intraocular, la enfermedad tiroidea puede generar problemas oculares, y las enfermedades de la piel pueden tener repercusiones en los ojos, ya que derivan de células madre comunes”.

De acuerdo con la Dra. Alejandra Amesty, de Vissum Grupo Miranza (Alicante), “los problemas de la piel suelen estar diagnosticados por el dermatólogo, pero, en ocasiones, el ojo es el que da los primeros síntomas, siendo los signos de ojo seco los que nos alertan de problemas dermatológicos que están relacionados con este trastorno”.

La Dra. Ane Pérez, de Miranza Begitek (San Sebastián) realizando una revisión ocular

Patologías dermatológicas vinculadas al ojo seco

La Dra. Ane Pérez, de Miranza Begitek (San Sebastián) detalla que “una de las enfermedades que con más frecuencia se observa en los pacientes con ojo seco es la rosácea, una patología inflamatoria crónica que se manifiesta típicamente con enrojecimiento facial, lesiones papulopustulosas y vasculares en las mejillas y la nariz. Hasta un 20% de los pacientes con rosácea ocular no tienen signos de rosácea facial. La rosácea ocular cursa con inflamación palpebral (en el párpado), ojo rojo, sensación de sequedad, orzuelos de repetición, fotofobia e incluso úlceras corneales”.

Otra enfermedad habitual en la piel del párpado es la blefaritis, la inflamación crónica de las glándulas de meibomio que provoca inflamación e irritación en los párpados y por tanto sequedad ocular. A la blefaritis se le llama también disfunción de las glándulas de meibomio y es un problema bastante crónico que afecta a los pacientes de ojo seco.

En el caso de la dermatitis atópica (DA), una afección inflamatoria cutánea de curso crónico que se caracteriza por la sequedad de la piel, el sistema inmunológico responde de forma exagerada o inapropiada, lo que puede afectar las glándulas lacrimales, contribuyendo a la sequedad ocular. Además, el principal síntoma de esta patología es el picor, siendo el frotamiento de los párpados una causa importante de blefaritis, afección que, a su vez, puede provocar ojo seco.

La sequedad ocular también es una manifestación frecuente entre los pacientes con psoriasis. Esta enfermedad inflamatoria crónica de la piel, al igual que la dermatitis atópica, puede interferir en las glándulas lagrimales, que son las que mantienen los ojos hidratados.

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