La miopía es el defecto visual más común en España, y el que más crecimiento está experimentando. Este problema de la vista hace que, la persona que lo padece tenga dificultades para ver objetos distantes con claridad, aunque mantenga una buena visión de cerca.
Por este motivo, la persona miope suele necesitar entrecerrar los ojos para ver con claridad los objetos que están más lejos, lo que provoca fatiga ocular.
Tal como explica Alicia Escuer, directora técnica y de formación de Óptica & Audiología Universitaria, “el ojo miope es más largo de lo normal y puede seguir creciendo hasta que la persona cumple entre 17 y 18 años, coincidiendo con la etapa en la que finaliza el crecimiento”. Por este motivo, es tan importante prevenir, a base de controlar su desarrollo hasta esa edad, ya que la miopía va avanzando durante la infancia y adolescencia, y tiende a estabilizarse entre los 20 y los 30 años.
“Sabemos que las principales causas de la miopía son, por un lado, genéticas, y, por otro lado, los hábitos: el sobreesfuerzo visual al que se somete el ojo en las distancias cortas puede hacer que la miopía se desarrolle”, continúa Escuer. “En este sentido, para prevenir la miopía se aconseja limitar las actividades de cerca y promover las actividades en el exterior. Asimismo, dado que el niño o la niña tendrá que realizar actividades también en interior, se aconseja siempre una buena iluminación que no produzca reflejos, y el niño debe mantener una postura ergonómica y una distancia adecuada”.
El problema de la miopía no es trivial: si continúa aumentando en la progresión actual, se prevé que en 2050 la mitad de la población mundial será miope
El problema de la miopía no es trivial: si continúa aumentando en la progresión actual, se prevé que en 2050 la mitad de la población mundial será miope. Aunque, evidentemente, hay diferentes grados, es a partir de 6 dioptrías, la llamada miopía magna, cuando se incrementa el riesgo de sufrir patologías visuales como el desprendimiento de retina, el glaucoma o las cataratas, que pueden llevar a intervenciones quirúrgicas.
Actualmente existen tratamientos para el control de la miopía, cuya finalidad es la ralentización de la progresión y, por tanto, disminuir la probabilidad de padecer dichas patologías. “En Óptica & Audiología Universitaria contamos con algunos de estos tratamientos, como son las lentes oftálmicas y lentes de contacto para control de miopía. Ambos tipos de lentes tienen diseños especiales para que se produzca esta ralentización”, explica Escuer.
“De esta manera – concluye Escuer – además de la prevención en la infancia y adolescencia, conviene afirmar que, una vez tenemos miopía, la opción de corrección idónea es el tratamiento para su control con lentes oftálmicas – gafas graduadas – o con lentes de contacto blandas, que tienen un diseño especial que hace que el ojo no crezca tanto”. Aunque, lamentablemente, las cifras indican que un 30% de la población española no revisa nunca su visión, por lo que todas esas personas no serán conscientes de sus limitaciones visuales y no podrán prevenirlas ni tratarlas.