Según estudios contrastados uno de cada tres casos de fracaso escolar se relaciona con un problema de visión no resuelto. Para ANEOP, la patronal española de empresas de establecimientos ópticos, lo más recomendable es realizar una revisión visual completa en la vuelta al cole para detectar alteraciones visuales que puedan influir en el desarrollo educativo.
Síntomas
Los padres deben estar atentos a una serie de síntomas que pueden alertar de la existencia de un posible problema visual como son, por ejemplo, los dolores de cabeza, la irritación de ojos, parpadeo excesivo, adopción de posturas extrañas –como acercarse excesivamente- para leer o ver la TV, fruncir el ceño durante la lectura o viendo pantallas de dispositivos electrónicos o TV, tropezar con facilidad, fallos de coordinación ojo-mano, cometer errores al copiar letras o números de la pizarra, sensibilidad a la luz o, incluso, mostrar baja comprensión en la lectura.
Verano
También el verano puede haber alterado el sistema visual de los menores por factores como el exceso de sol (el ojo infantil es muchísimo más sensible a la radiación ultravioleta) o la concentración de cloro de las piscinas.
“En nuestro país tenemos una extensa y bien distribuida red de establecimientos sanitarios de óptica en la cual con facilidad y cercanía los padres pueden revisar la vista de sus hijos”, subrayan.
Las ópticas asociadas a ANEOP en su red QueBienTeVeo garantizan una atención personalizada y profesional para los escolares. Puede elegirse la óptica más cercana en https://quebienteveo.com/centros/.