Comienza el curso y el 50% de niños necesita gafas y sus padres no lo saben.
Según la ANEOP, la mitad de escolares necesitarían correcciones visuales, pero debido a la ausencia de exámenes visuales, sus padres lo desconocen. El 30% de los casos de fracaso escolar están relacionados con alteraciones de la salud visual no detectadas como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o la ambliopía u ojo vago.
Los ópticos optometristas, pueden realizar un completo examen visual para la detección y corrección de dichos problemas. Cuidar la salud visual de nuestros hijos es preocuparse por su presente y por su futuro.
El comienzo del curso escolar es un buen momento para realizar un completo examen visual para los niños y jóvenes que van a retomar las clases. Las estadísticas indican que el 50% de los niños que necesitarían gafas no las llevan simplemente por desconocimiento.
La incidencia de la masiva utilización de dispositivos electrónicos está agravando la situación general, e incluso existen informes que indican que el 33% de los adolescentes serán miopes en 2020 como consecuencia de su uso inadecuado.
La mala visión no solamente va a dificultar la vida normal del niño o adolescente, sino que va a determinar su rendimiento escolar. De hecho, detrás del 30% de fracasos escolares se esconde una alteración de la visión no detectada y que se resuelve mediante un examen visual y las medidas que les prescriba el profesional sanitario.
Si la madre o padre detecta alguno de estos síntomas podríamos encontrarnos ante una posible alteración de la salud visual del niño o adolescente:
- Fruncir el ceño, guiñar los ojos o ladear la cabeza y el cuello para mirar de lejos o de cerca
- Irritabilidad frecuente de los ojos
- Dolores de cabeza
- Tropieza con facilidad. Torpeza espacial
- Baja comprensión de la lectura para su edad o para leer letras en las pizarras de las clases
- Excesiva sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Evita actividades que requieren visión próxima o visión lejana
- Sentarse muy cerca de la televisión o acercarse demasiado para leer