En su tercera edición, se consolida la Miopmilla, la milla de los miopes impulsada por el Col·legi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC) con el objetivo de sensibilizar sobre el crecimiento de la miopía y fomentar el deporte al aire libre, como uno de los factores de prevención de su manifestación y evolución. No solo eso, sino que el dinero recaudado de las inscripciones se destinará íntegramente a un proyecto de investigación.
En la categoría masculina, Guillem Valverde ha encabezado el podio, acompañado de Zohair Fersioui y Andrés Rabal. En la femenina, Sònia Reguart ha sido la ganadora de la carrera, y Esther Campano y Florinela Chifor han completado el estrado.
La entrega de los Miopets, los simpáticos trofeos, ha ido a cargo del presidente del COOOC, Joaquim Grau, y de los patrocinadores principales: Àngels Portero, en representación de CooperVision, y Noemi Aragall, directora de marketing y producto de Hoya Lens Iberia.
Todos los corredores, además, han contado con la camiseta de la Miopmilla, que en su dorso ha incorporado diferentes consejos para prevenir la miopía.
Una matinal deportiva por y para la salud visual
La Milla de los Miopes ha sido la guinda de una matinal deportiva en la que han corrido más de 4.500 personas bajo el lema Más deporte, menos miopía.
La prueba de referencia de la matinal deportiva dedicada a la salud visual ha sido la carrera Moritz Sant Antoni, de 10km en ruta y que abre las competiciones atléticas del año en Barcelona. En el nuevo circuito, Artur Bossy y Cristina Silva se han coronado con la victoria.
Todo ello se ha completado con circuitos para todas las edades, convirtiéndose en la ocasión perfecta para ir con toda la familia.
‘Más deporte, menos miopía’, eslogan de la matinal deportiva
Con el lema Más deporte, menos miopía, los ópticos optometristas proponen practicar un hábito saludable ante la presión visual de las pantallas. La realidad es que ya en 2020, la Organización Mundial de la Salud alertó que la miopía se había convertido en una pandemia mundial. Tanto es así que, desde entonces, cuando las cifras ya eran alarmantes, su prevalencia no hace más que aumentar.
Si de estas sabíamos que la miopía afectaba a medio millón de jóvenes universitarios en Catalunya, ahora sabemos, gracias al último estudio publicado por la asociación Visión y Vida, que uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 18 años ya es miope. Además, a la mitad le ha cambiado su graduación en el último año.
La miopía no es una enfermedad sino una disfunción visual con un componente genético muy elevado. Aun así, hay factores ambientales y hábitos que favorecen su aparición y evolución. Otros, como el deporte al aire libre, ayudan a controlarla.
Esto se debe principalmente a dos razones. Por un lado, predomina la visión lejana. Por otro, se ha demostrado que la luz solar tiene un efecto inhibidor de la miopía. La luz estimula la liberación de dopamina a la retina, que bloquea el alargamiento del ojo que se produce durante el desarrollo de la miopía.