Cerca de dos millones de catalanes son miopes y, de estos, medio millón tienen entre 17 y 27 años. De hecho, la miopía ya está considerada como una pandemia global por la Organización Mundial de la Salud.
La miopía no es una enfermedad sino una disfunción visual con un componente genético muy grande. Sin embargo, hay factores ambientales y hábitos que favorecen su aparición y evolución.
Hay otros, como el deporte al aire libre, que ayudan a controlarla. De hecho, no es la práctica de deporte en sí misma, a pesar de los beneficios que nos aporta a nuestra salud en general, si no el hecho de disfrutar de tiempo al aire libre.
Razones
Esto se debe principalmente a dos razones. Por un lado, predomina la visión lejana. Por otro, se ha demostrado que la luz solar tiene un efecto inhibidor de la miopía. La luz estimula la liberación de dopamina en la retina, la cual bloquea el alargamiento del ojo que se produce durante el desarrollo de la miopía.
Es por esto que los expertos estiman que los menores deben pasar un mínimo de tres horas diarias al aire libre, con unos niveles de luz de unos 10.000 lux. Esta es la iluminación que nos proporciona un día nublado, mientras que en una oficina o un aula bien iluminadas no se superan los 500 lux.
Sin embargo, el cambio de hábitos vivido en las últimas décadas hace que no se destine ni una hora al día para realizar actividades deportivas en el exterior. Esto contrasta con el incremento del uso de las pantallas: ocho de cada diez jóvenes utilizan el móvil más de dos horas diarias.
Otras pantallas
A esta cifra se le debe sumar el consumo de otras pantallas, como la televisión, los ordenadores o las tabletas. De esta manera, se supera con creces la recomendación de los expertos de limitar un máximo de dos horas diarias la visualización de pantallas.
“Esto no es solo un peligro para la visión, teniendo en cuenta que a partir de las 6 dioptrías ya se considera un ojo patológico (miopía magna) y que, a la larga, puede provocar graves problemas visuales y oculares, como desprendimientos de la retina o maculopatías miópicas, sino que también puede perjudicar nuestra salud general. Por ello, el Col·legi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC) quiere promocionar una vida activa y participa en la Cursa Moritz Sant Antoni con el lema ‘+esport, -miopia’ (‘+deporte, -miopía, en castellano)”, destaca el presidente del COOOC, Alfons Bielsa.
El COOOC quiere promocionar la práctica de deportes en el aire libre y, por ello, han corrido por la miopía patrocinando la carrera Moritz de Sant Antoni, que se ha celebrado el 16 de enero en la capital catalana.
La prevención, la mejor solución
Además de dosificar el uso intensivo de pantallas, se recomienda aplicar la regla del 20-20- 20. Es decir, cada 20 minutos de visualización de pantallas, hacer descansos de 20 segundos mirando a 20 pies, que equivale a unos 6 metros.
Para acordarnos de estos descansos, el COOOC desarrolló la aplicación para ordenadores OKVision, que nos avisa cuando hemos superado este tiempo y nos recomienda hacer un descanso o un ejercicio visual.
A todo esto, se tiene que sumar una opción fácil y económica para su prevención y control: la actividad de deporte en el aire libre. “Si la genética predispone, el ambiente dispone: renunciar a la visión en espacios abiertos y largas distancias nos convertimos en cortos de vista: hacer más deporte es conseguir menos miopía”, añade Bielsa.
Seis consejos básicos contra la miopía
Para controlar la miopía, es imprescindible cuidar nuestra salud visual y realizarse periódicamente revisiones optométricas. Individualmente, podemos poner en marcha algunos consejos para prevenirla:
- Practicar deporte en el aire libre
- Incrementar las horas en el aire libre. En el caso de los menores, disfrutar de tres horas diarias
- Dosificar el uso de pantallas
- Aplicar la regla del 20-20-20
- Equilibrar la luz central y la periférica: la central (aquella que ilumina el objeto) debe triplicar la periférica (aquella que rodea el objeto que observamos, por ejemplo, un libro)
- Cuando leemos, mantener la distancia de Harmon, que mide la longitud entre el codo y la punta del dedo pulgar.