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Tras el reciente confinamiento estricto motivado por el coronavirus, se están revelando las consecuencias en la salud visual de niños y adolescentes.

El Centro Universitario de la Visión (CUV) ubicado en Terrassa, ha puesto en marcha, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, la revisión de la salud visual de cerca de 100 menores de entre 6 y 14 años, en el marco del programa Miradas Solidarias.

Núria Tomás, directora del CUV explica que «en las primeras sesiones ya hemos detectado casos con necesidad de utilizar gafas, actualizar o renovar las que ya tienen y algunos déficits de rendimiento de la visión binocular y alteraciones de la visión del color. En estos casos, remitimos a las familias a los Servicios Sociales, donde valorarán la posibilidad de hacer las gafas en el marco de la acción social del CUV«.

La situación de los niños y los adolescentes tras el confinamiento preocupa especialmente a los profesionales del CUV

En declaraciones a la revista Verne al inicio de esta situación, la responsable de la Unidad de visión infantil del CUVMireia Pacheco, pronosticaba que «las consecuencias visuales del confinamiento tendrán más impacto en niños y adolescentes porque su sistema visual se está desarrollando, y tienen una plasticidad que no tenemos los adultos” y adelantaba que “pueden acabar desarrollando miopía y otros problemas funcionales de la visión, como anomalías de la visión binocular».

Mirades Solidàries 

Mirades Solidàries es el programa que aglutina toda la acción social del CUV y que ha puesto en marcha una iniciativa para proporcionar soluciones que van más allá de las gafas: terapia visual, baja visión y lentes de contacto especiales para pacientes en situación de vulnerabilidad en un entorno de aprendizaje-servicio.

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