El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) advierte que la miopía, que tiene una prevalencia actual del 30 al 40% en niños, puede haber aumentado debido al uso abusivo e incontrolado de los dispositivos digitales durante las vacaciones de verano.
En este sentido, los ópticos-optometristas recomiendan a padres y madres acudir con sus hijos a un establecimiento sanitario de óptica al inicio del curso escolar con objeto de realizarles una revisión visual para identificar a tiempo este y otros problemas oculares que puedan afectar negativamente al rendimiento académico.
Cabe destacar que la miopía es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la epidemia del siglo XXI y preocupa especialmente su incidencia en niños y jóvenes. “Se trata de la generación tecnológica, nacidos entre el año 2002 y 2021, habituados al uso de videoconsolas, ordenadores y móviles, y en una etapa de sus vidas en las que su sistema visual se está desarrollando”, explica el presidente del CGCOO, Juan Carlos Martínez Moral.
En este sentido, la sobreexposición a las pantallas sin mantener una distancia mínima de seguridad está dando lugar a una progresión de la miopía más rápida en pacientes jóvenes.
De hecho, es en el período estival cuando “los niños pasan más tiempo delante de las pantallas no solo por la gran cantidad de tiempo libre con el que cuentan, sino también por la imposibilidad de salir a la calle a determinadas horas debido a las altas temperaturas”, matiza Martínez Moral.
Algunos síntomas derivados de un uso prolongado de este tipo de dispositivos son visión borrosa, dificultad de enfoque de distancias, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular, dolor de cabeza y ojos irritados, secos o cansados. Se trata de manifestaciones que afectan al rendimiento académico, un ámbito en el que también tienen especial incidencia las alteraciones de la visión no identificadas.
Consejos para identificar problemas visuales en niños
La identificación temprana de un problema visual en el menor puede ser crucial, ya que, si no se trata, puede afectar a su habilidad para aprender y a su adaptación al colegio. Por este motivo, el CGCOO identifica una serie de síntomas que permiten sospechar de la existencia de algún problema visual cuando el niño:
- Suele sentarse demasiado cerca de la TV o se aproxima mucho a los libros
- Se pierde entre líneas cuando lee o usa el dedo para guiarse por el texto
- Entorna los ojos o ladea la cabeza para ver mejor
- Se frota los párpados con frecuencia
- Muestra una gran sensibilidad a la luz o lagrimeo excesivo
- Cierra un ojo para leer, ver la tele o enfocar mejor
- Evita actividades que requieren visión de cerca, como leer o escribir; visión de lejos, como el deporte y otras actividades de ocio
- Se queja de dolores de cabeza o cansancio en los ojos
- No usa algunos dispositivos electrónicos porque le provocan incomodidad ocular
- Saca peores notas de lo habitual
Recomendaciones y ergonomía visual
Otra de las consecuencias de una sobreexposición a las pantallas es la aparición de la fatiga visual. La fatiga se puede prevenir siguiendo estos consejos elaborados por el CGCOO:
- Iluminación adecuada y suficiente, evitando los reflejos en la pantalla
- Descansar 20 segundos cada 20 minutos mirando a 6 metros o más
- Relajar la vista mirando objetos o puntos alejados, por ejemplo, a través de la ventana
- Colocar la pantalla a una distancia mínima de 30 cm en el caso de móviles y tabletas
- Mantener una postura correcta mientras se lee, juega o trabaja
- Ubicar el dispositivo ligeramente por debajo de la altura de los ojos
- Ajustar el brillo y el contraste para que la lectura resulte cómoda
- Acudir a revisión con el óptico-optometrista al menos una vez al año para prevenir problemas visuales y que pueda prescribir unas gafas en función del problema visual que exista y de los síntomas que se presenten.