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El primer estudio sobre salud visual tras el confinamiento realizado con datos reales por la asociación de utilidad pública Visión y Vida ha dejado datos alarmantes, como el empeoramiento de la visión del 57% de la población tras la cuarentena provocada por la crisis del COVID-19.

Además, seis de cada diez adultos tienen peor visión ahora que antes de la cuarentena y la situación es aún más preocupante entre los jóvenes, con ocho de cada diez (77,4%) que ven como su vista ha empeorado.

Sin embargo, y a pesar de que la vista es el sentido que más teme perder el 95% de la ciudadanía, el 59,4% de las personas no se han revisado la visión en el último año y tres de cada diez (28,5%) no lo ha hecho en los últimos dos años. “Es imprescindible que, con vistas a que se pueda producir un nuevo rebrote y tengamos que confinarnos de nuevo, la ciudadanía se revise para prevenir problemas visuales y confirmar que su sistema visual está fuerte para volver a aguantar otro periodo de estrés”, cuenta Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.

El informe cruza datos con una encuesta respondida por 500 personas en las que se les interrogaba sobre sus sensaciones, sus hábitos de vida en confinamiento y su percepción sobre potenciales problemas visuales que pudieran estar sintiendo

Lo positivo es que, siendo preguntados por ello, siete de cada diez personas afirman que se revisarán la visión tras el confinamiento, concretamente, hay un 54,2% que lo hará antes de las vacaciones de verano, algo que puede ser debido a las molestias visuales sentidas en estos cien días.

Según el primer estudio realizado en España con datos reales registrados en las primeras cerca de 2.000 revisiones realizadas durante el desconfinamiento, solo un 4,2% acudió de manera preventiva para comprobar que su visión funcionaba correctamente y, por otro lado, hubo un 27,2% de cambios de graduación, un 23,9% de renovación de gafas o lentes de contacto y un 11,4% de présbitas que sintieron que su graduación se incrementó o tuvieron problemas de acomodación en un 6,8%.

Al dividirse por edades, los datos resultan aún más reveladores. El 64,9% de los jóvenes ha necesitado un cambio de graduación y uno de cada diez adolescentes (12-19 años) ha necesitado que le adapten por primera vez unas gafas (7,7%) o unas lentes de contacto (2,4%). Los présbitas jóvenes (40-50 años), por su parte, tampoco se salvan. De las cerca de 2.000 revisiones que se realizaron durante la desescalada, sabemos que, seis de cada diez (63,3%) ha visto empeorada su visión y casi la mitad (47,2%) ha requerido un cambio de graduación.

¿Los motivos? “Los más de cien días que hemos estado confinados en el domicilio, tanto menores como adultos, abusando de pantallas digitales, forzando nuestra visión próxima, en espacios no adaptados para las circunstancias (pantallas pequeñas, habitaciones poco iluminadas o mal ventiladas) y con un estilo de vida sedentario, sin poder disfrutar de tiempo al aire libre, ha tenido un impacto muy negativo en la salud visual de la ciudadanía”, cuenta Alsina.

El informe cruza datos con una encuesta respondida por 500 personas en las que se les interrogaba sobre sus sensaciones, sus hábitos de vida en confinamiento y su percepción sobre potenciales problemas visuales que pudieran estar sintiendo. El estudio concluye que “el 44,5% de la ciudadanía ha sentido dolor de cabeza, y uno de cada cuatro ha sufrido de enrojecimiento de ojos (22%), problemas de enfoque a distancias próximas (22,5%) o visión borrosa (23,4%)”, relata Elisenda Ibáñez, coordinadora de la asociación.

La realidad nos dice que todos hemos expuesto nuestro sistema visual a una gran tensión y esfuerzo visual, lo que se ha transformado en que seis de cada diez (60,1%) sentía que estaba forzando la vista y uno de cada tres (30%) sentía sequedad ocular (normalmente producida por la disminución del parpadeo cuando se trabaja ante pantallas). “El estudio nos confirma que el 77,2% de los adultos ha duplicado el tiempo que ha pasado diariamente ante pantallas, pero lo que más nos preocupa es el caso de los menores: la mitad (50,3%) de los niños ha estado entre cuatro y ocho horas ante pantallas, pero el 22,1% ha estado ocho horas o más, lo que puede generar importantes consecuencias si tenemos en cuenta que lanos indica que los niños no deberían estar más de una hora al día ante dispositivos electrónicos”, explica Elisenda Ibáñez.

la situación es aún más preocupante entre los jóvenes, con ocho de cada diez (77,4%) que ven como su vista ha empeorado

Cabe destacar que una de las lacras del siglo XXI, la miopía, afecta ya a seis de cada diez (62,5%) jóvenes españoles y que, si no se controla, puede degenerar en patologías visuales que pueden conducir a la ceguera. Acciones a las que nos hemos visto obligados, como mantener un estilo de vida muy sedentario, abusar de las pantallas o no disfrutar de ocio analógico y de exterior son algunas de las variables que más influyen en el desarrollo de la miopía en los niños.

La asociación, que este año cumple 65 años trabajando por lograr un 100% de buena salud visual en España, recuerda que 2020 es el “Año de la Visión” para la Organización Mundial de la Salud y que, aunque la pandemia del COVID-19 haya trastocado todos los planes, “debemos seguir trabajando para concienciar sobre la importancia del cuidado de la salud visual y la prevención de problemas futuros, no debe quedar olvidada, y ahora especialmente, queda mucho por hacer”, concluye Alsina.

Así, ponen en marcha, de la mano de Correos Express, empresa de paquetería express del grupo Correos, su campaña de concienciación que incluye revisiones visuales en establecimientos sanitarios de óptica, spots publicitarios en redes, acciones informativas y otros muchos elementos.

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