Ópticos y ópticas voluntarios de la iniciativa revisaron la vista de noventa y seis personas en situación de vulnerabilidad, en colaboración con el Hospital San Juan de Dios de Pamplona.
Una de ellas, de 44 años, con cinco dioptrías de astigmatismo en un ojo, y cuatro en otro, no contaba con recursos económicos para reponer sus gafas rotas, hace dos años. Fue una de las noventa y seis personas beneficiarias de la última acción sobre el terreno del proyecto Ver para Crecer, que tuvo lugar en Pamplona.
Pedro Duc fue el profesional que se encargó de hacer el ajuste fino de su graduación. “Con ese defecto refractivo, sufría dolores de cabeza constantes, y se veía obligada a usar un sólo ojo para enfocar. Veía, sí, pero forzando su vista a cada momento”, explica el óptico, que definía gráficamente el problema: “usaba sus ojos como si anduviera siempre a la pata coja para moverse”. Cuando le lleguen sus gafas nuevas, con los cristales que corregirán su problema visual, tendrá que superar un periodo de adaptación largo, con mareos, “con el que ya está familiarizada, porque lo pasó en su día”, prosigue Duc. Sin embargo, su agudeza visual volverá casi al 100% y, además, no tendrá que forzar más los músculos ciliares para enfocar.
“Este caso resume la esencia de Ver Para Crecer, y con él esperamos seguir ayudando a derribar barreras por toda España y a construir una sociedad más justa para todos y todas. Historias como las de esta persona nos motivan para afrontar cada día y continuar con nuestra labor”, valora Sara Calero, portavoz del proyecto.
Con la de ayer, Ver para crecer cumplía 25 misiones en sus primeros tres años de andadura en España. En todo este tiempo, ha revisado la vista de más de 2.400 personas y entregado 1240 gafas graduadas, a las que pronto se añadirán las recetadas en esta última acción de Pamplona.
Dos de las anteriores acciones habían tenido lugar igualmente en la capital navarra, apoyando la labor de la Fundación Xilema y Comedor Paris 365. En esta ocasión, la entidad colaboradora fue el Hospital San Juan de Dios de Pamplona.
En el desarrollo de la acción participaron dieciséis voluntarios, ocho de ellos ópticos-optometristas, que cedieron su jornada laboral para efectuar las revisiones. En esta ocasión, los beneficiarios fueron adultos en su gran mayoría, pero también se revisó la vista de cinco menores de edad.
Además del caso descrito, hubo otros llamativos, como el de otra señora, con veinte dioptrías en el ojo izquierdo, cuya vida también cambiará radicalmente con las gafas, u otro señor, mayor de 70 años, al que se le detectó un problema de cataratas y fue derivado al oftalmólogo.
En general, la mayoría de cuantos atendieron los ópticos-optometristas fueron poco complejos técnicamente. Aun así, “su calidad de vida va verse beneficiada”, afirma Julio Ezpeleta, otro de los profesionales de la visión voluntarios. Por su parte, Jesús Ibaibarriaga, después de haber participado como voluntario en las anteriores acciones, comentaba la rotación de personas atendidas, lo que significa que los servicios sociosanitarios “hacen su trabajo, y sacan a las personas adelante con sus vidas”.
Algunos de los revisados fueron beneficiarios de acciones anteriores para comprobar la evolución de su salud visual. Iñaki Muñoz, otro de los ópticos, también se sentía satisfecho de “haber podido devolver a la sociedad, con el ejercicio altruista de nuestra profesión, al menos una parte de lo que nos da”, valoraba.
El proyecto Ver para Crecer se apoya en la experiencia en materia de cooperación internacional en el ámbito de la Salud Visual de la Fundación Cione Ruta de la Luz y en la capacidad tecnológica de la iniciativa Vision For Life, de Essilor.