De los 7.200 millones de personas que habitan en nuestro planeta, 4.500 necesitan corrección visual. Y de éstos, sólo 1.900 millones están corregidos, lo que arroja la impactante cifra de 2.500 millones de personas que no están accediendo a la corrección visual que necesitan para asegurar su calidad de vida.
Y es que el impacto de la deficiente corrección visual es sin duda uno de los temas más subestimados en cuanto a su impacto social. Se calcula en 272.000 millones de dólares el coste mundial derivado de la baja productividad debida a la falta de corrección visual. Cifras que son aún más alarmantes si hablamos de problemas sociales más allá de los económicos. Por poner un ejemplo, el riesgo de malas calificaciones en la escuela es tres veces superior para niños con una agudeza visual por debajo de 20/20 comparado con niños con una buena agudeza.
En 2020 más de 714 millones de personas mayores de 65 años en el mundo podrían tener presbicia y para 2050, la Academia Americana de Oftalmología afirma que 5.000 millones de personas se verán afectadas por la miopía, un aumento de 3.500 millones desde el año 2000.
Si profundizamos en el problema de salud visual que enfrenta nuestro planeta, descubrimos que el 90% de las personas que tiene una visión deficiente en el mundo vive en entornos con bajos ingresos. Países como India muestran unos índices de defectos visuales no corregidos altísimos no sólo derivados de los bajos ingresos sino también de la dificultad para acceder a un profesional de la salud visual.
A la vista de estos datos urge lograr una concienciación clara de la sociedad sobre esta cuestión. Iniciativas como el Vision Impact Institute, organismo de concienciación mundial de gran calado, con una fantástica recopilación de estudios y datos sobre el impacto de los defectos de refracción no corregidos, son más que necesarios. Os invito a descubrir su nueva web ahora disponible en español. O en el ámbito español, las iniciativas de concienciación impulsadas por organismos como Visión y Vida, Funsavi o FEDAO son del mismo modo muy necesarias.
Mejorar vidas mejorando la visión
En Essilor nos sentimos orgullosos de tener una misión corporativa con auténtico significado: Mejorar vidas mejorando la visión. Un objetivo que va más allá de las intenciones, con proyectos de concienciación como el citado Vision Impact Institute o de Responsabilidad Social Corporativa que se desarrollan en los cinco continentes. Proyectos en los que el grupo invierte año tras año con un compromiso a largo plazo con las entidades y beneficiarios de los mismos.
el 90% de las personas que tiene una visión deficiente en el mundo vive en entornos con bajos ingresos
En los países emergentes, el principal motivo de la falta de acceso a la corrección visual es la falta de concienciación y la dificultad de acceso logístico a un mínimo de atención de salud visual.
Programa Eye Mitra
Por ello desde Essilor hemos lanzado programas destinados a concienciar en estos países la importancia de la visión y lograr hacerla más accesible. En India, que cuenta con 550 millones de personas que necesitan corrección visual pero no tienen acceso a ella, es donde encontramos uno de los mejores ejemplos: Eye Mitra, un programa que forma y equipa a emprendedores locales en la India rural para abrir pequeños negocios de óptica locales que dan servicio a su población, y también se desplazan a las poblaciones cercanas para realizar exámenes visuales. De esta forma no sólo se potencia el conocimiento sobre la necesidad de cuidar la salud visual y se ofrece acceso a la corrección necesaria sino que se trabaja al mismo tiempo en un proyecto económico sostenible con estos emprendedores y se genera riqueza en la comunidad.
Eye Mitra es sólo un ejemplo del fuerte compromiso que nuestra compañía tiene con la misión de mejorar vidas a través del cuidado de la visión.
Nuestro entorno
Pero también, en la cercanía, queda mucho trabajo por hacer cuando, según datos del último Libro Blanco de la Visión, el 48% de los españoles entre 18 y 24 años no acude a revisión o cuando la necesidad de unas gafas de sol de calidad aún no ha calado en gran parte de la población.
En materia de concienciación, todos los que formamos parte del mundo de la óptica tenemos que entender la importancia de dedicar esfuerzos y recursos para lograr esta transformación que impacte positivamente en la sociedad.
Y para concienciar a la población, nada mejor que empezar por concienciarnos nosotros mismos. Por reforzar el orgullo de trabajar en una profesión que no sólo aporta valor económico sino que cuida la calidad de vida de las personas que nos rodean. Cada día, al abrir la puerta de una óptica o al llegar a nuestro trabajo en cualquier puesto de la industria debemos recordar que, más allá de un beneficio económico, somos afortunados por haber elegido una profesión que puede cambiar por completo la vida de quienes nos rodean.
Desde aquí mi reconocimiento a todos los que contribuís cada día a mejorar nuestra sociedad a través de vuestro trabajo en pos de la mejora de la salud visual de la población.
