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José Martín - Director de Optimoda
José Martín – Director de Optimoda

Cuando pisaste el primer día las aulas de la escuela donde estudiaste, hace de esto ya… mejor no recordarlo, ¿qué pensaste?

Tú, que solo habías observado con interés los ojos de Paul Newman, Brad Pitt, Rihanna o Gigi Hadid, te encuentras ahora en los albores del 2025, que observar, estudiar, entender y mejorar la visión de personas tan variopintas como familiares, amigos, vecinos, transeúntes despistados y buscadores de costes bajos, pero calidades altas (¡qué ilusos!) no es solo tu trabajo, sino también tu devoción.

¿Qué ha pasado desde aquel mágico instante lleno de esperanza, ilusión y ganas de comerte el mundo? Además, de paso, pertenecer a una profesión que, en los sueños de muchos, prometía cenas cada noche de langosta regadas con una copa de Único (el magnífico caldo de Vega Sicilia). La realidad, como siempre, resulta más compleja. Desde entonces, han pasado muchas cosas.

Y de repente… incertidumbre

La irrupción de la inteligencia artificial, la robotización, esa “coñita” de la sostenibilidad que, entre nosotros, no siempre está claro si implica aguantar a la suegra o el equilibrio de la especie con los recursos del entorno. También, la explotación de recursos por debajo del límite de renovación. En este panorama cambiante, el 2025 se presenta apasionante. Lo miremos como lo miremos. Y si es a través de unas lentes oftálmicas o de contacto, mejor.futuro de la optometría

He leído y escrito mucho sobre la IA

Sería asombroso conocer ya cuántos gabinetes la están utilizando. En cuanto a la sostenibilidad, equipos de diseño trabajan a toda máquina para crear monturas fabricadas con materiales reciclados y procesos de fabricación eco-amigables. Pero esto no se detiene aquí: la realidad virtual (VR) y la aumentada (AR) han encontrado en la optometría un maridaje exquisito. Por cierto, algún gracioso ya define las fake news como «realidad aumentada», quizá para hacerlas menos grotescas.

¿Y qué pasa con la telemedicina? Pues ahí sigue, erre que erre, resolviendo problemas de forma remota, rompiendo barreras geográficas y brindando accesibilidad a quienes, de otro modo, no podrían recibir atención. Y no parará. Como el universo, continuará expandiéndose. ¿Hasta dónde? Qui lo Sa.

Pero volvamos a la gran pregunta: ¿qué ocurrirá en el futuro? Aunque, pensándolo bien, ¿es que aún existe el futuro? Tal vez lo que antes llamábamos futuro ahora se haya convertido en lo que deberíamos denominar “espacio incógnito” (EI). Porque, siendo sinceros, las transformaciones que vienen son tan profundas que el término “futuro” empieza a parecer anticuado, insuficiente, incluso gastado.

La trilogía pasado, presente y futuro se mantiene casi por pura tradición. Pero estamos entrando en una nueva era. Los más preclaros lo definen como aquello que aún no ha sucedido, un terreno de infinitas posibilidades. La física relativista, por su parte, eleva el concepto al rango de la cuarta dimensión. ¿A que impresiona?

¿Cómo será el mundo en este próximo espacio? Esa pregunta queda abierta, llena de incógnitas, teorías y promesas. Pero al menos nos queda una certeza: ayudareis a verlo. Y, en esa misión, sigue latiendo el verdadero espíritu de vuestra profesión.


Este artículo de opinión se publicó originalmente en la edición de Enero 2025 de Optimoda Plus.

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