Aclaro antes de continuar que el presente escrito no es un editorial. Solo un pobre ‘billete’ que representa la opinión de quien lo firma.
Optimoda como revista profesional, es y siempre ha sido, independiente y con esfuerzos evidentes de ser también objetiva.
Por ello las líneas que siguen solo son fruto de mis ideas sobre lo que sigue.
El tema es delicado. Pienso que muy delicado. Ya que cualquier tema que haya llevado hasta la muerte a una persona (Larry Campbell) debe tratarse con el mayor rigor y honestidad.
Y no solo el fallecimiento de una persona. Cientos o incluso miles han sido gravemente perjudicadas por una cirugía que plantea luces y sombras.
Cirugía refractiva. Esta es la cuestión.
En nuestra habitual sección de Mesa Redonda encontrará el lector una serie de opiniones sobre esta técnica. Como siempre, hay para todos los gustos.
La técnica es muy antigua. Algunos la sitúan hace más de cien años. Aunque de forma más estudiada y científica hay que remontarse a 1930 y a los trabajos del japonés Sato.
Prestigiosos oftalmólogos como Barraquer, Fyodorov o el indio Srinivasan fueron aportando soluciones y mejoras.
¿Tantas como para no contemplar los riesgos que comporta entrar en un quirófano?
Hace ya algún tiempo leí un trabajo muy elaborado, siento no recordar el autor, sobre los riesgos de infección que ofrecen los quirófanos. Solo por este detalle ya valdría la pena valorar bien los riesgos de la CR.
Personalmente respeto profundamente a todas las personas que optan por este recurso para solucionar o aumentar su calidad visual, sin recurrir a otras soluciones como las lentes oftálmicas o de contacto.
Pero, sencillamente, no las comprendo.
Teniendo, hoy, una batería de lentes de contacto con todas las prestaciones y posibilidades y/o de unas lentes oftálmicas de precisión absoluta, adornadas por unas monturas de estilo, belleza y atractivo insuperables, es difícil comprender con lógica y racionalidad que una persona se someta a una intervención quirúrgica para solucionar o medio solucionar, un problema visual.
¡Con lo guapas y guapos que están todas las personas con sus gafas de moda!
¿Que a muchos les gusta el riesgo? Pues averigüen bien e infórmense bien (antes de iniciar cualquier consulta con una clínica especializada en CR, donde solo les dirán maravillas de la técnica) sobre el riesgo real que corren.
Y muchos/algunos que ya estaban solicitando un crédito para la CR se lo pensarán mejor y se encaminarán a una óptica donde un óptico/optometrista les aconsejará unas lentes oftálmicas, monturas y lentes de contacto en un pack que no solo les permitirá una visión perfecta, sino que, al mirarse al espejo, les aumentará su autoestima.
Para riesgos háganse socios del Atlético de Madrid.