Conducción y agudeza visual

La necesidad de gafas correctoras no siempre depende sólo de la salud de nuestros ojos.

El factor crucial es el mundo en constante cambio que nos rodea y que hace que una buena visión sea una necesidad. Si bien las primeras gafas aparecieron en el siglo XIII, fue la invención de la imprenta, la industrialización y la alfabetización masiva lo que realmente dio origen a la industria de las lentes oftálmicas.

La buena visión se convirtió en una necesidad existencial porque el mundo había cambiado. A finales del siglo XIX, otro invento cambió el curso de la civilización humana: el automóvil. El automóvil no es el único factor que contribuye a la necesidad de una buena visión, pero diríamos que es el más importante debido a las posibles consecuencias de una mala visión en esta actividad y al asombroso número de conductores actuales: más de 1.200 millones de personas conducen de forma regular.

Las estadísticas no son precisas, pero incluso según estimaciones conservadoras, el 70% de la población adulta actual necesita corrección de la visión y podemos concluir que hay 840 millones de conductores que deberían usar gafas correctoras. Pero ¿conducir requiere gafas diferentes a las de otras tareas diarias?

Conducción y agudeza visual
Rear view of man driving car on the highway – Transportation lifestyle concept

“Para los conductores con gafas correctoras el cambio en las condiciones de luz puede crear un problema”

 Durante el día

La visibilidad es obviamente mejor durante el día. Pero las condiciones de luz no son uniformes y cambian constantemente según el clima y el entorno. La luz solar directa interfiere con nuestra visión. Debido a las múltiples superficies reflectantes en el automóvil y en el exterior, se crea un resplandor reflectante que puede reducir la agudeza visual de manera tan dramática que se caracteriza como “deslumbramiento cegador”.

Las gafas de sol, y especialmente las polarizadas, contrarrestan la discapacidad visual durante el día. Las lentes polarizadas son particularmente beneficiosas para los conductores. Sin embargo, para los conductores con gafas correctoras el cambio en las condiciones de luz puede crear un problema, porque a diferencia del conductor con una visión perfecta que simplemente puede ponerse o quitarse las gafas de sol, el conductor con miopía o presbicia debe cambiar las gafas. Esto puede ser extremadamente peligroso mientras se conduce. Esta es la razón por la que pocas personas conducen con gafas de sol graduadas y corren el riesgo de sufrir problemas de visión en condiciones de sol brillante.

La tecnología de lentes moderna abordó este dilema combinando tecnologías de lentes polarizadas y fotocromáticas creando lentes correctoras que ajustan la absorción de luz según las condiciones de luz. Pero esta solución es costosa y requiere la gestión de varias gafas correctoras. Sin embargo, creo que la seguridad que proporciona justifica el gasto adicional teniendo en cuenta el peligro al que se enfrenta cada conductor a diario.Conducción y agudeza visual

Por la noche

Se ha demostrado que la agudeza visual se reduce en la oscuridad. Los optometristas suelen recomendar como compensación un mayor poder correctivo para las lentes utilizadas al conducir de noche. Los tratamientos antirreflejantes de alta eficacia mejora la visibilidad al reducir la pérdida adicional de luz debido al reflejo de las superficies de las lentes. Un factor adicional es la luz de los faros de los coches que circulan en sentido contrario. La introducción de faros LED en los automóviles modernos aumentó el problema que contribuye a la fatiga al conducir de noche. Los faros LED son más intensos.

Permiten al propietario del vehículo ver mejor por la noche, pero afectan negativamente a los conductores de los vehículos que se encuentran frente a ellos. La solución es posible. La salida espectral de las luces LED no es uniforme en todo el espectro de luz visible. En cambio, tienen picos altos y estrechos de 450 y 550 nanómetros. Si la tecnología permitiera crear lentes con una banda de absorción igualmente estrecha específicamente en estas longitudes de onda, se podría reducir la fatiga al conducir de noche.

Conclusión

Los profesionales de la visión deben prestar especial atención a la agudeza visual de los conductores. Es importante hablar sobre la conducción con el cliente y buscar tecnologías ópticas que puedan ayudarle a mitigar los mayores riesgos de discapacidad visual en el coche. Si bien aún no se ha inventado la solución perfecta, hoy en día existen muchas tecnologías disponibles que pueden mejorar la visión y la seguridad de los conductores.


Este artículo se publicó originalmente en la revista Optimoda correspondiente al segundo semestre de 2024.

Publicidad