En mi billete de la edición anterior, decía que Expoóptica se encontraba en tránsito. Celebrado y superado el evento, me parece oportuno titular el presente como de “Atasco”.
¿Hacia dónde vamos? ¿o estamos realmente varados en arenas movedizas? ¿El salón o el sector? Expoóptica es algo mas que un evento, es un termómetro. Observando, escuchando, meditando, contemplando el oleaje, el flujo y el reflujo de visitantes, asistentes y paseantes, se pasaba del pesimismo a un cierto y moderado optimismo, los pasillos, ora llenos, ora casi desérticos, eran la expresión profunda del estado de ánimo de la mayoría de los protagonistas de nuestro sector.
Solo un detalle hace cambiar opiniones, conductas y posturas. Falta fondo de armario. Y voy más allá, porque el nuestro no es un sector estanco, recibimos mensajes, inputs –como cualquier otro- de todo lo que se cuece en el entorno. Somos cada vez menos endogámicos. Cuando en el billete anterior me referí a que Expoóptica se encontraba en tránsito y me preguntaba hacia dónde y hacia qué, me faltó completar mi circunloquio preguntándome, por elevación, hacia dónde vamos como sociedad, como cuerpo social. Quizás es que hoy me he puesto a escribir este billete con cierto mal cuerpo. Estimo oportuno recordarles unos maravillosos versos; … nuestro español bosteza ¿es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío? doctor, ¿tendrá el estómago vacío? El vacío es más bien en la cabeza…
Este escáner, más que versos, fue escrito en 1912 –cien años, ¡cielos!- y forman parte de la obra Campos de Castilla de Antonio Machado. ¿Tan poco hemos cambiado? No se trata ni del sector óptico ni mucho menos de Expoóptica, es más profundo. Como no empujemos –todos– de verdad, no saldremos del atasco.