Luxottica lanza un nuevo modelo de gestión y prevención de contagios de la Covid-19. La operación se llevará a cabo en todos los centros de trabajo italianos del grupo bajo la supervisión del Departamento de Medicina Molecular de la Universidad de Padua y del Laboratorio de Microbiología y Virología de la Universidad y Hospital de la ciudad veneciana.
El plan de prevención, iniciado el 11 de mayo, realizará, una vez que esté completamente operativo, test de coronavirus a todos los empleados de la empresa. La intención es aplicar el mismo proceso en los otros países en los que opera el grupo.
Paralelamente, la compañía y la universidad están desarrollando un nuevo sistema digital para mapear dinámicamente el nivel de exposición al riesgo de contagio de cada empleado.
El sistema, desarrollado por el equipo del profesor Andrea Crisanti en colaboración con Luxottica, se proveerá de información relevante para identificar en tiempo real, con total respeto por la privacidad de los empleados y gracias a un ‘algoritmo Covid-19’ patentado, los puntos más sensibles para someterlos a pruebas de diagnóstico.
La compañia solicitará a los trabajadores que suministren y actualicen mediante un cuestionario un conjunto de información útil para clasificar contextos y comportamientos en riesgo, para ser cruzados con otras variables significativas, como los datos epidemiológicos diarios de los municipios de residencia o domicilio de los trabajadores.
Posteriormente, la compañía italiana pondrá en marcha una prueba de un nuevo sistema de control en la planta principal de Agordo en los próximos días. Este procedimiento implica la adopción de una ‘acreditación de proximidad’ para ayudar a los empleados a observar el distanciamiento social y gestionar cualquier contacto de riesgo de forma anónima.
Esta acreditación está equipada con un sensor digital, pero sin ninguna función de geolocalización, que indicará a los trabajadores, con una alarma sonora, que han excedido la distancia mínima de 1,5 metros de cualquier compañero, enviando anónimamente los datos de contacto a una base de datos central.
Cada empleado será identificado en el sistema por un código encriptado y generará su propio historial de contactos cercanos en el lugar de trabajo. Si se identifica un caso positivo de Covid-19 en la plantilla, la información permitirá intervenir rápidamente para aislar brotes potenciales y localizar trabajadores potencialmente expuestos al contagio.