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Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud. Día perfecto para recordar que más de 33.000 profesionales del sector de la óptica, entre ellos más de 17.000 ópticos optometristas proveen productos básicos o de primera necesidad en sus cerca de 10.000 establecimientos de óptica.

Estos productos y servicios representan un porcentaje ínfimo de la actividad comercial del sector, que se materializan en consultas optométricas, la reposición de lentes de contacto, arreglo de gafas graduadas o dispensación de soluciones para el mantenimiento de lentes de contacto para los usuarios que tengan una urgencia en este periodo de cuarentena o, sobre todo, para el resto de profesionales esenciales que siguen ejerciendo su labor en esta etapa.

Es esa responsabilidad sanitaria a la que se aferran los profesionales la que está pasando factura a su salud y a su economía: “Formamos parte de un sector esencial, como el resto de profesiones sanitarias, pero este hecho está siendo la ruina para nuestras empresas y está poniendo en riesgo a nuestros equipos ya que no contamos con los equipamientos de protección necesarios para no contagiar o ser contagiados”, explica el equipo de AECOP, la asociación que representa a los grupos de óptica de España.

El sector quiere seguir ofreciendo su servicio de atención sanitarias y sentirse igual de respaldados que otras profesiones

“Desde el estallido de la crisis hemos reclamado, tanto al Gobierno como a las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma que se nos dote de equipamiento de protección individual al que ahora mismo no podemos acceder por estar destinado a otros profesionales sanitarios, poniendo en riesgo nuestra propia salud, dado que en esta profesión es imposible mantener la distancia de seguridad exigida”, añaden.

FEDAO, la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico, reclama que todas las empresas del sector –al igual que las de otros considerados esenciales- deberían poder tener acceso a las mismas medidas y ayudas económicas que el resto de empresas para que el hecho de ser consideradas “esenciales” no les deje en una situación de desigualdad o indefensión.

“El hecho de pertenecer a ese sector esencial por proveer un servicio o producto sanitario de primera necesidad no debería perjudicarnos o alejarnos de las ayudas que el Estado está ofreciendo al resto de sectores, dado que estamos cumpliendo con nuestra obligación, como el resto de profesionales sanitarios. Nuestras empresas están generando pérdidas, dado que obviamente tienen prohibido más del 90% de lo que constituye su actividad comercial habitual y, además, no hay clientes en las calles, por eso solo estamos abiertos para mantener los servicios mínimos”, explica la Junta de FEDAO.

«Desde el estallido de la crisis hemos reclamado, tanto al Gobierno como a las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma que se nos dote de equipamiento de protección individual»

Acorde con FEDAO, la red de ópticas del sector se ha organizado para mantener un servicio de atención de urgencias telefónico, de gestión de citas, horario reducido en nuestros establecimientos o apertura de ciertos locales únicamente, generando los mismos gastos fijos que antes de esta crisis, pero reduciendo nuestros ingresos a casi cero.

Con esta situación, AECOCC, la asociación que representa a las cadenas de óptica, manifiesta que “sin las ayudas que el gobierno facilita a otros sectores, tras esta crisis muchas empresas y profesionales tendrán que cerrar sus establecimientos. Es injusto que servir a tu profesión pueda llegarnos a perjudicar tanto, porque estamos cumpliendo con nuestro deber social y moral, y no por el beneficio económico que obtendremos de ello”.

El sector, que se ha unido desde hace semanas para defender su situación ante las autoridades y de una manera coherente y solidaria con el resto de sectores afectados por esta terrible crisis, quieren destacar que quieren seguir ofreciendo su servicio de atención sanitarias y, al mismo tiempo sentirse igual de respaldados que otras profesiones para las que el Gobierno ha puesto en marcha medidas que minimicen estos daños.

En el resto de países de la Unión Europea estas empresas están pudiendo adherirse a las medidas regulatorias

En el resto de países de la Unión Europea, en el que los establecimientos sanitarios también se consideran un sector esencial, estas empresas están pudiendo adherirse a las medidas regulatorias que se han habilitado para hacer frente a esta crisis sin generar un mayor quebranto económico.

“Estamos defendiendo a nuestros profesionales, los que dan servicio a la ciudadanía, pero tras ellos está toda la cadena de suministro, empresas fabricantes de productos sanitarios, para las que su viabilidad depende de la salvación de estos puestos de trabajo y estas 10.000 ópticas”, explica el equipo de trabajo de AEO, la asociación de fabricantes, “no olvidemos que España puede presumir de tener un profesional óptico en toda población de más de 10.000 habitantes, cubriendo pequeños municipios para dar servicio incluso hasta a la España más vaciada; si ahora se nos deja caer, no sabremos qué ocurrirá cuando podamos volver a la normalidad.

El sector, concluye, solo reclama tres cosas al Gobierno: sentirse apoyados como sector esencial que son, tal y como dijo la Ministra el pasado día 31 de marzo, y no abandonados como se sienten actualmente; lograr que exista un criterio único que les habilite a acceder a las ayudas de ese “escudo social”, y recibir material y equipos de protección individual para ofrecer esta atención sanitaria con seguridad para ellos y sus pacientes.

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