El desacuerdo entre ambos gigantes de la industria de la óptica aumenta tras el proceso de arbitraje solicitado por el grupo de distribución holandés en contra del conglomerado franco-italiano.
Grandvision busca asegurarse que EssilorLuxottica cumple con los compromisos pactados tras la oferta de adquisición del segundo al primero por valor de 7.200 millones de euros.
Según informa el medio económico italiano Milanofinanza, la tensión entre ambas compañías está aumentando la incertidumbre sobre el resultado final del acuerdo de compra/venta.
Grandvisión anunció hace un par de días que ha solicitado un arbitraje contra la empresa francoitaliana para que se determine si el megagrupo piensa atenerse a los compromisos adquiridos. Recordemos que EssilorLuxottica lanzó una oferta de 7.200 millones de euros para hacerse con más del 75% del grupo de distribución holandés.
La tensión entre EssilorLuxottica y GrandVision aumenta e incertidumbre sobre el resultado final del acuerdo
La contramedida de Grandvisión viene provocada por la demanda de EssilorLuxottica ante un Tribunal de Rotterdam para obligar a la primera a facilitar información sobre la gestión económica del grupo holandés durante la pandemia por coronavirus. Demanda realizada ante la sospecha por parte del potencial comprador de que Grandvision podía haber incumplido los acuerdos firmados en el acuerdo de adquisición. Las maniobras del gigante del eyewear han causado una evidente disconformidad entre los directivos holandeses.
De ahí la solicitud de arbitraje que busca confirmar públicamente que Grandvision no ha cometido ninguna violación grave de los acuerdos para la venta del 76,72% de su capital a EssilorLuxottica. Una segunda consecuencia de esta maniobra es asegurarse que el comprador también cumple con las medidas del acuerdo, sobretodo las referentes a los procedimientos de autorización.
Pese a la guerra jurídica declarada, Grandvisión asegura que continúa comprometida con el acuerdo, (como no con la que está cayendo), y con el objetivo de conseguir la aprobación regulatoria para el cierre de la transacción en un plazo de uno o dos años desde el anuncio de la oferta, el 31 de Julio de 2019.
Pero transcurridos los primeros 12 meses de este plazo, la autorización por parte de la Autoridad antimonopolio no se ha producido todavía. Además, el organismo competente ha suspendido temporalmente la investigación del acuerdo, sin facilitar información sobre la marcha de la investigación. La suspensión se produjo desde el inicio de la reciente demanda de EssilorLuxottica, cuya audiencia está programada para el 10 de agosto en los Países Bajos.
Esta guerra legal no hace más que aumentar la incertidumbre sobre el resultado final del acuerdo. Hasta hace solo unos días ambos bandos parecían colaborar en un fin común, pero la polémica surgida no hace más que alimentar la posibilidad de que EssilorLuxottica esté buscando justificar la renegociación del compromiso de adquisición de Grandvisión.