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Uno de cada cinco españoles (21,6%) piensa que los audífonos le harán sentir mayor en caso de que los necesitase por sufrir pérdida auditiva. Sin embargo, a día de hoy existen dispositivos con la más alta tecnología que son cómodos de usar, discretos, hasta llegar a ser casi invisibles, y adaptables a cada estilo de vida, de forma que llevarlos es toda una garantía para tener una buena audición.

Es una de las conclusiones del estudio Inteligencia auditiva: la importancia de la audición, realizado por Oticon, especialista tecnológico en el desarrollo de audífonos, para concienciar sobre el cuidado de la salud auditiva. Su equipo de expertos en audiología advierte de la importancia de desterrar los mitos que rodean a la audición y a los audífonos, pues conllevan retraso en el diagnóstico de la pérdida auditiva y, por tanto, en su tratamiento.

El 61% de los españoles no dispone de suficiente información sobre cómo cuidar su audición, según el citado estudio de Oticon. Es por eso que es habitual que a la hora de detectar una posible pérdida auditiva o pedir ayuda para un tratamiento, sea común dejarse llevar por las falsas creencias o mitos.

“Existe mucha desinformación sobre la pérdida auditiva en general, pues muchos piensan que por ser jóvenes no les va a tocar o que no va a afectar a su día a día o al resto de su salud, y, además, mucha gente asocia estos dispositivos con hacerse mayor o con la incapacidad”, comenta José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon.

en cuanto a los audífonos muchas personas piensan que son caros (el 45%) y que les resultará complicado adaptarse a ellos (el 21,9%). Aquí sorprende que sean los más jóvenes los que más difícil ven la adaptación (29,38%)

En cuanto a la idea de que llevar audífonos es cosa de mayores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido en los últimos años de que 1.000 millones de personas en todo el mundo con edades comprendidas entre los 12 y los 35 años están en riesgo de perder audición debido a la exposición prolongada y excesiva al escuchar música con elevados niveles de volumen, tanto en espacios recreativos (clubes nocturnos, bares, conciertos o eventos deportivos) como a través de dispositivos de audio personales.

“Lo cierto es que nos encontramos con que la pérdida auditiva aparece cada vez a edades más tempranas, sobre todo como consecuencia de la exposición prolongada a ruidos intensos. Aunque en general los efectos del envejecimiento se están retrasando, síntomas similares a la hipoacusia asociada al envejecimiento se están encontrando en personas de edades más jóvenes”, explica Blanco.

Por otro lado, en cuanto a los audífonos, también muchas personas piensan que son caros (el 45%) y que les resultará complicado adaptarse a ellos (el 21,9%). Aquí sorprende que sean los más jóvenes los que más difícil ven la adaptación (29,38%).

Sin embargo, hoy en día existen audífonos elegantes, modernos y casi invisibles, con aplicaciones para cada estilo de vida, preferencias de diseño y presupuesto. “Podemos tener audífonos con un diseño muy discreto que apenas será percibido por los demás. Y en cuanto a la comodidad y la adaptación, hoy en día se pueden programar y analizar los sonidos ambientales de forma inteligente en función de la pérdida auditiva de cada persona y de la escena sonora en la que nos encontremos”, argumenta Blanco.

Cómo escoger un audífono

Una vez que la persona es diagnosticada de pérdida auditiva, debería utilizar unos audífonos adaptados a sus necesidades, que tienen en cuenta el estilo de vida, las preferencias del diseño, la funcionalidad y el presupuesto.

“La ayuda del audioprotesista en esta parte es fundamental para hacer una recomendación en función de los resultados del estudio audiológico y necesidades de cada uno”, afirma Blanco. Algunos aspectos a tener en cuenta de cara a escoger un audífono son, además de la pérdida auditiva, la conexión con accesorios para televisión o móvil; el tipo de batería y ver si pueden incorporar bobina de inducción o ser compatibles con micrófonos remotos para facilitar la escucha cuando el orador se encuentra a cierta distancia (iglesias, conferencias, aulas, etc.).

El audioprotesista o audiólogo protésico realiza el estudio de la audición, selecciona los audífonos más adecuados teniendo en cuenta los deseos del paciente y los adapta para conseguir los mejores resultados posibles para que la persona con pérdida auditiva pueda vivir la vida que quiere con la audición que tiene.

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