En las comidas y cenas navideñas, en las que se agrupan varias personas, hay más ruido de fondo y conversaciones animadas y pueden resultar complicadas para las personas con pérdida auditiva, que suelen necesitar ayuda para integrarse y poder comprender lo que se está hablando.
Por ello, los expertos en audiología de Oticon recuerdan la importancia de facilitar y ayudar a los familiares y amigos que puedan encontrarse con estas dificultades, además de una serie de consejos para que estas personas participen de forma más activa en las fiestas navideñas.
Pérdida auditiva discapacitante
Hay que tener en cuenta que más del 5% de la población mundial tiene una pérdida auditiva discapacitante. “Se prevé que este porcentaje sea mayor en los próximos años, por lo que cada vez hay más posibilidades de tener a alguien en la mesa que tenga problemas auditivos y que por tanto tenga una serie de dificultades para comprender lo que se está hablando”, afirma José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon.
Este experto propone seguir unos consejos para que estas personas se sientan parte de la fiesta y disfruten lo máximo posible:
- Explicar a los demás lo que se necesita: no todo el mundo conoce las necesidades de una persona con pérdida auditiva, por lo que hay que ser valientes y honestos y avisar a los acompañantes para que se pueda mejorar la escucha durante una conversación indicándole, por ejemplo, el tema sobre el que se está hablando, para que esta lo pueda relacionar con lo que está oyendo.
- Pedir que repitan: es aconsejable recordar a los familiares y amigos que puede ser necesario que repitan algunas partes de la conversación para poder seguir el hilo. Asimismo, se puede decir a la persona de al lado que repita la información para mantenerse integrado en el grupo.
- No olvidar el audífono: las personas con pérdida auditiva que usan audífonos deben asegurarse de que estos tengan las pilas o baterías cargadas, ya que suelen ser días más activos y por tanto con más horas de uso de los mismos. También es importante que estén bien adaptados y colocados.
En el caso de mayores con problemas de destreza o memoria, se aconseja que otras personas contribuyan a esta revisión antes de ir o participar en la reunión navideña. - Evitar sentarse cerca de fuentes de ruido: es preferible situarse lejos de la televisión, altavoces o la cocina porque pueden dificultar la escucha.
- Quitar obstáculos de la mesa: objetos como jarrones con flores o velas altas pueden impedir que se vean las caras de la gente y que las personas con pérdida auditiva tengan más dificultades para leer los labios, algo que algunas personas necesitan para comprender mejor el habla.
Es recomendable sentarse en aquel lugar donde se vean el mayor número de caras posible o incluso acercarse a la persona que esté hablando si es factible. - Bajar el volumen: por lo general cuando hay ruido de fondo, como el de las charlas alborotadas, el tintineo de la cubertería o de los platos, las personas tienden a hablar más alto. Por ello es fundamental asegurarse de que haya el menor ruido de fondo posible, cuando lo importante es la conversación, y ponerse a un volumen normal en los momentos en que es la música o las campanadas de Fin de Año el motivo de atención.
- Evitar los petardos: las personas con pérdida auditiva son especialmente sensibles a ruidos impulsivos y excesivos como el que generan los petardos por lo que es recomendable que eviten la proximidad a los mismos cuando se vayan a lanzar.
Pero todos deberíamos alejarnos de ese tipo de ruido tan fuerte porque pueden producir problemas de audición incluso en personas jóvenes que no tienen ningún tipo de déficit en su capacidad de escucha.