Más de 5 millones de españoles declaran tener pérdida auditiva; el 71% de ellos reconoce haberse perdido parte de su vida social por culpa de la presbiacusia, la pérdida auditiva asociada a la edad. Recientes estudios afirman que el 23% de la población mundial de entre 65 y 75 años sufre esta patología. Este porcentaje llega hasta el 80% para las personas mayores de 85 años.
“La causa de la presbiacusia es el desgaste de las células ciliadas de la cóclea, que puede ser consecuencia de la edad, pero también por estar sometido durante largos periodos de tiempo a sonidos demasiado altos”, afirma Joan Francesc Horvath, responsable de Audiología en Óptica & Audiología Universitaria. “Discotecas, auriculares con volúmenes elevados, la música alta dentro de los automóviles, el ruido constante del tráfico en las grandes ciudades va desgastando las células del oído, que pierde su capacidad para recibir y procesar los sonidos”, añade Horvath.
La presbiacusia debe ser diagnosticada por un especialista, aunque, en la actualidad, no existe ninguna cura, puesto que es un desgaste del sistema auditivo, de ahí la importancia de la prevención y la detección precoz
De hecho, los ambientes urbanos son más propensos a generar presbiacusia que los rurales: las avenidas donde el sonido ambiente supera habitualmente los 80 decibelios, el ruido del metro, las aglomeraciones de gente en grandes superficies, restaurantes y bares… La ingestión continuada de algunos medicamentos, como ciertos antibióticos, Ibuprofeno o Aspirina, o la quinina también pueden acelerar la aparición de presbiacusia.
A medida que la audición se deteriora, las personas suelen tener dificultades para entender las conversaciones, especialmente en ambientes ruidosos, y pueden experimentar zumbidos o pitidos en los oídos. La presbiacusia se caracteriza por una pérdida de los sonidos agudos, que es donde se ubican los fonemas de las consonantes sordas, mientras que la zona de los sonidos graves está relativamente bien conservada. Esta característica, común en las presbiacusias, se traduce en que la persona que la sufre, oye, pero no entiende, y es fácil que pueda confundir palabras como Tapa y Pata.
La detección precoz, una de las claves
El responsable de Audiología en Óptica & Audiología Universitaria, Joan Francesc Horvath subraya la enorme importancia de la detección precoz de problemas auditivos. “Debemos dar un mayor valor al sentido del oído, tal como hacemos con la vista, y realizar revisiones periódicas, como mínimo, una vez al año, para detectar posibles problemas y adoptar las medidas necesarias para corregirlos”, afirma Horvath, y añade que “la pérdida de audición repercute negativamente en la salud de las personas y en las relaciones con su entorno social, ya que los lleva a aislarse y dejar de comunicarse”.
Es fundamental estar atento a los primeros síntomas de presbiacusia que pueden aparecer:
– Notar que algunos sonidos suenan ligeramente amortiguados.
– No comprender algunas palabras y necesitar que las repitan varias veces, principalmente cuando hay otros sonidos de fondo.
– Notar que se empiezan a tener problemas para distinguir las consonantes en las palabras.
– Necesitar de forma constante que otras personas suban el volumen al hablar, reduzcan su velocidad o que pronuncien con más claridad.
– Notar que, al escuchar la radio o la televisión, cada vez necesitamos el volumen más alto.
Medidas para prevenir o retrasar la aparición de presbiacusia
“Es fundamental que la población en general tome conciencia de la presbiacusia y de la importancia de cuidar la salud auditiva a medida que se va aumentando en edad”, expone Horvath. “Nuestros hábitos durante la juventud y la vida adulta pueden influir enormemente en la gravedad de ese deterioro, así como en lo tarde o pronto que llega”, concluye.
Existen algunas medidas principales para prevenir o retrasar la aparición de presbiacusia:
– Evitar la exposición a ruidos fuertes.
– Usar protectores auditivos cuando se realizan actividades ruidosas.
– No abusar del uso de los auriculares.
– Disminuir el volumen de los auriculares, de la televisión y de la radio.
– Reducir a 30 decibelios el sonido por la noche para conciliar un buen sueño.
– Acudir a revisiones periódicas en centros auditivos, como mínimo una vez al año.
La presbiacusia debe ser diagnosticada por un especialista, aunque, en la actualidad, no existe ninguna cura, puesto que es un desgaste del sistema auditivo, de ahí la importancia de la prevención y la detección precoz.
Sin embargo, gracias a la tecnología actual, se puede mejorar la calidad de vida de una persona presbiacúsica con audífonos digitales de última generación: sus complementos de conectividad permiten escuchar teléfonos móviles, música, aplicaciones y televisión por los dos oídos.
En cualquier caso, las revisiones del oído periódicas son una de las claves para detectar a tiempo la tendencia a perder la audición.