La pérdida auditiva es considerada una discapacidad invisible. Según el Informe Mundial de la Audición de la OMS (WRH) los datos de cara a un futuro no tan lejano son alarmantes. La previsión para el año 2050 es que existan en todo el mundo 700 millones de personas con problemas graves de pérdida de audición.
Además, actualmente 1.000 millones de adultos y jóvenes corren el riesgo de sufrir pérdida auditiva permanente y evitable; de ahí surge la necesidad de hacer llegar la información a la sociedad en general para que se conciencie en el cuidado diario de su salud auditiva.
Los datos a nivel nacional son reveladores de la prevalencia de afecciones relativas a la salud auditiva en España. Según el INE, hay más de 1.230.000 personas en el país con algún tipo y grado de hipoacusia. De ese total, más de 200.000 la padecen en grado profundo, haciendo que les sea prácticamente imposible mantener una conversación hablada.
En todo el mundo hay más de 500.000 personas implantadas, y en España concretamente, contamos con más de 24.000 personas implantadas cocleares
Se trata de una problemática que perjudica especialmente a las personas mayores de 65 años, ya que además de predisponerlas a una pobre comunicación, al aislamiento y a la soledad, les provoca una menor actividad cognitiva y unas mayores probabilidades de padecer demencia, tener tendencias suicidas o de fomentar el desarrollo del Alzheimer.
Anualmente, se pierde una gran cantidad de millones de euros, debido principalmente a la pérdida de productividad y aislamiento social derivado de la pérdida auditiva no tratada. “El coste de NO proporcionar atención auditiva es MAYOR que el coste de proporcionarla. La pérdida auditiva restringe la capacidad de comunicación influyendo, por tanto, en todas las facetas de la vida”, subrayan desde la Federación AICE.
“Los sistemas de salud necesitan calcular los costes reales sanitarios que supone la pérdida auditiva. El hecho de no proporcionar audífonos e implantes cocleares debería considerarse un enorme riesgo, pues acumula exigencias más costosas tanto para los servicios sanitarios como para la asistencia social de cara al futuro”, añaden.
Los audífonos e implantes cocleares son ayudas auditivas que aportan beneficios altamente significativos, mejorando la comunicación y garantizando una mayor calidad de vida, haciendo que el riesgo de que surjan problemas costosos relacionados con la salud como la demencia, la depresión y cuestiones de salud mental, caídas y aislamiento social, sea menor.
actualmente 1.000 millones de adultos y jóvenes corren el riesgo de sufrir pérdida auditiva permanente y evitable
En todo el mundo hay más de 500.000 personas implantadas, y en España concretamente, contamos con más de 24.000 personas implantadas cocleares. Implantemos la igualdad, escuchemos la diferencia es una campaña que pretende ensalzar las capacidades de las personas sordas implantadas cocleares, así como las personas con cualquier tipo de discapacidad.
“Por desgracia los estudios muestran que, en España, el porcentaje de población de 16 años o más con disCapacidad que se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social se sitúa en el 33 %, tres puntos más que la media europea. La tasa de empleo es del 26,9 %, más de 39 puntos inferior a la de las personas sin discapacidad”, remarcan.
“Por eso destacamos la «C» mayúscula en la palabra disCapacidad, para enfatizar que no se trata de personas con menos capacidades, sino con capacidades diferentes. Es fundamental que la sociedad, las empresas y las instituciones políticas adopten una mentalidad inclusiva, promoviendo la igualdad entre todos los ciudadanos. Esto implica también valorar nuestras diferencias, reconocer lo que cada individuo puede aportar y superar las barreras de las adaptaciones, poniendo el foco en lograr una verdadera inclusión que celebre todas las capacidades”, concluyen desde la Federación AICE.