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Es habitual que el círculo más cercano sea el que observe en primera instancia un problema auditivo, por lo que se convierte en un el pilar fundamental a la hora de acudir a un especialista. La paciencia y una correcta vocalización son algunas de las claves que debemos aplicar para ayudar a las personas con déficit auditivo a mejorar su calidad de vida.

Cuando una persona se enfrenta a una pérdida auditiva, no solo empieza a perder capacidad de escuchar correctamente aquello que le dicen, sino que asiste a un proceso a través del cual tiende a sentirse incomprendido, y hasta a aislarse incluso de su entorno más cercano.

La familia es el grupo que más apoyo puede darle en estos momentos en los que, ya sea por comenzar con las pruebas diagnósticas o por enfrentarse a su primer audífono, necesita sentirse más respaldado y con más energía para afrontar las novedades que llegarán a su día a día.

Por este motivo, y con el objetivo de desdramatizar la sordera y eliminar falsos mitos y tabúes, el equipo de audiólogos de Oticon ha recopilado una serie de recomendaciones con las que los familiares serán capaces de ofrecer un mayor apoyo a estas personas.

Sobre aviso

Es muy habitual que los primeros en darse cuenta de que existe un problema auditivo sean las personas que le rodean. Ellos son los primeros que ven que la persona con pérdida auditiva pide que le repitan las frases con asiduidad, se pierde en conversaciones con varios personas o simplemente desconecta en entornos ruidosos. Lo recomendable es trasladarle esta observación con tranquilidad, recomendándole acudir al médico.

Atraer la atención

Los gritos nunca son la alternativa para entenderse con nadie, y menos con una persona con pérdida auditiva. Cuando se quiera hablar con ella lo primero que hay que hacer es captar su atención, para que nos mire y pueda atender a aquello que se le dice.  

Vocalización

No se trata solo de pronunciar correctamente, sino de evitar taparnos la boca, masticar o fumar mientras se habla con una persona con pérdida auditiva. De esta manera le resultará más sencillo captar el mensaje.

Evitar las repeticiones

Lleve audífono o no, si la persona nos pide que le repitamos una frase, siempre es más recomendable cambiar las palabras, es decir, no repetir literalmente lo dicho. Muchas veces la incomprensión de este mensaje supone más una dificultad en captar el sonido que un problema en la audición propiamente dicha. Por ello, decirle lo mismo, con otras palabras, ayudará a que el mensaje llegue al cerebro de manera más sencilla.

Oticon cuenta con una amplia gama de audífonos
No al ruido

Si bien los audífonos de última generación permiten captar el sonido pese a encontrarse en entornos con ruido elevado y varios interlocutores, lo cierto es que siempre es más recomendable facilitarle esta labor. No se trata de no salir de casa, pero sí de controlar el ruido externo e intentar limitarlo en la medida de lo posible, sobre todo en la época de adaptación.

Control de la frustración

Finalmente, no hay que olvidar que este periodo de adaptación puede conllevar momentos de desánimo, por lo que las palabras de apoyo deben formar parte de nuestro vocabulario en todo momento. La audición perdida es imposible de recuperar, pero la calidad de vida, sí, por lo que poco a poco volverá a sentirse uno más en el grupo.

Paciencia

Para quienes empiezan a utilizar un audífono, es importante tener en cuenta que los primeros días pueden resultar estresantes. Su entorno debe mostrarse cercano y sobre todo, apoyarle. De nada sirve exigirle que oiga bien desde el primer momento, ya que los primeros días requieren adaptación y acostumbrarse a llevar un dispositivo que hasta el momento no existía.

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