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Ocho ópticos y ópticas voluntarios de la iniciativa Ver para Crecer revisaron la vista de cien niños y niñas en riesgo de exclusión social en las instalaciones cedidas para la ocasión por la Fundación Adunare, en Zaragoza.

Cuarenta y tres de ellos van a necesitar gafas por primera vez, o bien actualizar la corrección visual de las que ya usaban. Todos y todas las recibirán nuevas, hechas exprofeso para su caso, en el plazo de un mes, y de forma gratuita.

“Todas las gafas que entregamos son nuevas, hechas para cada caso de acuerdo con la graduación que indican los ópticos después de las revisiones. Además, traemos una selección de monturas para que los niños y niñas beneficiarios elijan la que mejor les queda y la que más les gusta. Así, además de ver bien con ellas, se verán bien”, explica Sara Calero, portavoz de Ver para Crecer.

De entre los cien revisados, fueron cuarenta y tres los niños y niñas que necesitaban gafas. Sus beneficiarios las recibirán nuevas, y de forma gratuita, en el plazo de un mes, cuando los talleres solidarios de Ver para Crecer terminen de ensamblar las monturas con los cristales personalizados para cada caso.

La Fundación Adunare nació en el año 2000 como fruto de la unión de varias entidades más pequeñas de Zaragoza. “Trabajamos con la población en situación de riesgo de exclusión social desde la infancia hasta la edad adulta a través de lo que denominamos como itinerarios integrales de inserción”, afirma Mª Jesús Ruiz Antorán, su directora.

Concretamente, la acción con Ver para Crecer se llevó a cabo en el marco del programa de Intervención con la Infancia y las Familias que cuenta con el apoyo de CaixaProinfancia, una iniciativa de Obra Social “La Caixa”.  

 

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